lunes, 12 de diciembre de 2011

El escritor, ¿nace o se hace?

Abordar esta pregunta no es algo inusual. De hecho, la he visto, o escuchado, en todos y cada uno de los lares donde suelen concentrarse personas que portan por estandarte la literatura como tema común.

Yendo a la más básicas de las definiciones del término "escritor" nos encontramos con "persona que escribe" (véase, por ejemplo, en el diccionario de la R.A.E.). Por lo tanto, como dijo Oscar Wilde, para ser escritor hay que tener algo que decir y luego contarlo.

Con todo lo anterior podemos concluir que escritor puede ser cualquiera, pero haré una pequeña separación entre dos tipos de escritores. Respondiendo a la pregunta, existen ambos: el que se hace y el que se nace. Incluso el que se nace se tiene que hacer, alguien tiene que enseñarle a usar las herramientas con las que pueda trabajar para que pueda explotar su aptitud.

Parece lógico pensar que quien tiene esa aptitud para la escritura pueda tener mejores formas para transmitir las cosas. Es cierto, pero para depurar las formas se necesita tiempo y esfuerzo. Y nadie está exento de ello. Por lo tanto de poco sirve tener la capacidad de crear una obra magna si no gastas tiempo en conocer los medios para darle vida.

Para todos aquellos que puedan sentirse desdichados al no tener la misma soltura, calidad, que otros congéneres les digo: no llega más lejos quien potencialmente puede hacerlo, sino quien más trabaja para conseguirlo. Así pues, coged un bolígrafo y papel o abrir un documento en el ordenador y escribid, pues esa es la única manera de llegar lejos.

La gente necesita catedrales y otros edificios bellos con los que maravillarse, pero también necesita casas para refugiarse, vivir el día a día.

1 comentario:

  1. Ambas cosas: se nace con la semilla de la imaginación y se hace con el agua de la experiencia.

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