viernes, 23 de marzo de 2012

La montaña rusa: día a día de un escritor.





Tomándome la licencia de llamar escritor, dado que tengo una autoestima algo alta, voy a vomitar en estas líneas algo que, sin duda, le será familiar a la mayoría de escritores, por no decir a todos, pero ya se sabe que hay algunas personas que están tocadas por un santo.


Bien es sabido que la inspiración tiene sus idas y venidas. Que antes que diestros en la pluma somos personas, tenemos nuestros días de agotamiento físico, mental, cambios de estados de ánimo y toda esa lista de cosas que suele determinar nuestra energía. He ahí la razón de la irregularidad en la mayoría de escritores noveles, sobre todo los noveles. Para todo aquel que no valore el trabajo que hay detrás, que reflexione sobre esto. Cuesta luchar contra todas esas cosas para mantener una regularidad, disciplina. Pero es en esta fase donde más alegrías suele vivir el individuo. Existen esos momentos gratificantes de haber terminado un capítulo, de haber plasmado la escena como a ti te gustaría, de estar en la cama y ver cómo se desarrolla tu historia, saliendo de ese pequeño estancamiento en el que habías metido la mata; y la alegría más grande de todas: haber terminado la novela. 

En la fase anterior las idas y venidas de la alegría ya empieza a acentuarse. Pero, ¡ojo! Que ahora viene lo más divertido (nótese ironía desbordante). Esa sensación de querer enseñar tu obra al mundo, ponerte a buscar editorial, agencia literaria y... ¡Sorpresón! Te enteras de que tardan 6 meses, como mínimo, las grandes editoriales si les interesa, si no la mayoría ni contestan. Primer portazo en toda la cara, pero siempre puedes atreverte a girar el pomo y probar suerte. Luego pruebas a tantear las agencias y te encuentras con la dichosa advertencia de que están saturadas y en esos momentos no aceptan manuales (fastidia, pero es hasta comprensible, debe de haber mucho tarado haciéndose pasar por escritor). Estas son las más simpáticas, sin duda, pues alguna hay que te dice "hasta X mes no aceptamos originales", tienes la oportunidad de en ese mes intentarlo. Ahora centrémonos en las antipáticas, en las que tienen bien montado el negocio. ACEPTAN ORIGINALES, pero con condicionantes. En la letra no tan pequeña te comentan que pagando un precio estipulado (ronda entre los 50-100 euros), te leerán la obra. Y si el informe es positivo, entonces ya hablarán con el iluso escritor sobre representar. ¡Qué chollo! No pierden dinero, si es mala cobran, si es buena cobran y luego se llevarán un tanto porciento de tus logros. Entonces es cuando miras tu triste bolsillo y te replanteas si realmente es tan buena tu obra o decides no arriesgar tu dinero y probar por el método tradicional, donde no cobran pero las esperas son largas.
Llegados al punto en el que osas enviar tu obra donde no te cobran por leerla, te das cuenta de cuan dura es la espera en estos tiempos que corren a velicades vertiginosas. Tú lo que quieres lo quieres ya.  Y es entonces cuando te planteas la autopublicación. Pero claro, esto necesita una inversión económica mínima (o te corriges, diseñas la portada y maquetas tú, o a pagar para que te lo haga otro), además de que tienes que invertir tu tiempo para llevar a cabo todos y cada uno de los procesos editoriales, más luego el de promoción. Entonces piensas, ¿realmente va a ser tan malo pagar 60 euros, por ejemplo, para que un experto te evalúe?

Y así es el día a día del escritor, una ***** montaña rusa. Hay que armarse de valor y tener claro que escribes porque te gusta, si es por la pasta, la espera va a ser tu mayor desesperación. Y los batacazos te los darás cada pocos pasos.

El Barbus

4 comentarios:

  1. Quédate con una cosa: lo bueno se hace esperar. Pensemos que somos buenos y que por eso esperamos y la respuesta va a ser mejor jajajajja.
    Yo tengo paciencia, mientras espero y no espero, sigo escribiendo y embarcada en otros proyectos, es dura, a veces dices: ¿no me dicen algo ya? Pero luego te das cuenta de que es lo que hay y ya está.

    Te olvidaste una cosita de mencionar: las editoriales que no te piden que pagues, pero sí que vendas X ejemplares cuando lo publiquen en X tiempo y sino te los compres tú.

    Como siempre digo yo: escribimos por amor al arte.
    No hay otra, muchos besotes.

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  2. Aixxxx... q vida tan dura la nuestra. jejejeje.

    Tenemos que pensar que esto es un hobby y que si nos va bien, podremos vivir de ello. Por supuesto, soy de las que piensan que es mejor autopublicarse, sobre todo si eres autodidacta y todo te lo haces tú, jejeje.

    Saludos y pensamientos postivos :-DD

    PD: Lo que no tenemos que hacer es perder la esperanza, si tú no crees en tí mismo, quien lo hará?????

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  3. A mi me gusta escribir, pero ultimamente ando en otros proyectos (ballet, karate, teatro) entonces estoy enfocada en eso! Claro que me gustaria publicarun libro, pero tengo que ser mas persevererante!

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  4. Bueno Barbitas, nadie dijo que la publicación fuera fácil. Por eso mucha gente en las mismas circunstancias opta por la vía de auto publicarse. Aunque queramos pensar lo contrario, el escritor y el lector son el último eslabón de una cadena en que muchos sacan tajada. Buen post peludo.

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