Reseña: Ausländer, de Paul Dowswell

Ausländer. Paul Dowswell

Traducción de Irene Saslavsky

Ediciones B (Barcelona, 2009)

Páginas: 315









Sinopsis:

"Peter debe convencerlos de que es uno de ellos, como si de eso dependiera su vida. Porque así es.
Cuando sus padres mueren, Peter es enviado a un orfanato de Varsovia. Pero Peter es un Volksdeutscher: de sangre alemana. Gracias a sus cabellos rubios y sus ojos azules, es el perfecto prototipo de las Juventudes Hitlerianas. Su aspecto no pasa inadvertido, por lo que alquien importante querrá adoptarlo, y así es: lo adopta. El profesor Kaltenbach y su mujer están encantados de acoger a un ario tan estupendo en su hogar. Serán la envidia de los demás. Pero Peter no es exactamente el espécimen que creyeron. Empieza a formarse sus propias ideas: él no quiere ser un nazi, así que correrá un riesgo. El riesgo más peligroso que podía correr en el Berlín de 1943."

 Intuyo que, después de haberte leído la sinopsis, pienses que es "otro libro más sobre Nazis". ¡Mec! Error. Por fin me encuentro una novela en la que puedes palpar el sufrimiento DESDE EL LADO PURAMENTE ALEMÁN. Acostumbrados al resto de libros leídos en los que te encuentras historias desgarradoras sobre judíos, encontrarme con esta pequeña novela, escrita en tercera persona, donde impera el punto de vista puramente alemán, tanto partidarios del movimiento nazi como los que se oponen al mismo, supone una grata sorpresa.

Nos encontramos ante un buena novela histórica juvenil muy bien documentada. Aunque peca de algunas "inexactitudes", son perdonables pues el autor explica, al final del libro, que han sido necesarias "pequeñas modificaciones" para encajar los hechos con el desarrollo de la novela. Un detalle por parte del autor avisarlo, así los que no verifiquen los hechos no asimilarán conceptos erróneos.

¿Qué nos podemos encontrar en la sucesión de párrafos? Una trama bien elaborada, que evoluciona de forma exquisita, empezando de forma suave para subirle la intensidad, matizada con toques de intriga, emoción y romance. Original y engancha. ¿Qué más puedes pedir?

Centrándonos en los personajes, nos encontramos un ristra de personalidades bien definidas. Sin excesos, los necesarios para componer la obra y darle fluidez. Además, al estar escrita en tercera persona, podemos captar mejor la esencia de los mismos, lo que nos hace encontrarnos personajes muy humanos, ninguno idealizado. Y trata el romacen entre Peter (el protagonista) y Anna de una forma muy natural y algo confusa al principio (típico juego del despiste). Nada empalagoso y muy significativo.

¿Y el final? No decepciona. Es un desenlace intenso que se conduce por un hilo de esperanza muy fino, en el que cualquier movimiento en falso decantaría la balanza a cualquiera de las dos posibilidades que se presentan.

Me alegro de haber descubierto que, tras una portada llamativa y muy representativa, se encuentra una buena novela que fácilmente puedes leerte del tirón.

El Barbus.