sábado, 10 de agosto de 2013

Entrevista: Antonio Martín Morales

Antonio Martín Morales, trayectoria:

Antonio Martín Morales comenzó a escribir por intuición, autodidacta, desde muy joven. Su primera publicación en la revista Huétor Vega Gráfico fue un cuento juvenil. Más tarde participó en Macondo, una publicación cultural dirigida por Víctor Fernández. Publicó su primera novela auspiciado por subvenciones del Ayuntamiento de Huétor Vega y Caja Granada. Se titulaba La mirada de Judas, una obra de terror.

En IDEAL de Granada Andrés Cárdenas, escritor y periodista de prestigio le brindó la oportunidad de publicar artículos de opinión de ámbito juvenil. Antonio ha colaborado durante más de cuatro años como columnista en este diario.

Acudió a talleres de escritura creativa de Ana Yuso y a un taller de relato corto ofertado por la Universidad de Granada, dirigido por Andrés Neuman.

Miguel Ángel de Rus, le brindó la oportunidad de publicar Torrevela en Ediciones Irreverentes. La que podría considerarse como primera novela con un estilo maduro del autor.

Pearson Educación, en la colección Pearson Alhambra de novela juvenil, publicó El Mar de los Sueños; una obra ambiciosa y compleja que se adentra en un futuro próximo y que posee un final inesperado.

Ahora en Marzo de 2010 se publica “La caza del Nigromante”, primer volumen de la colección “La Horda del Diablo” en la editorial Everest. Se adentra así en el género fantástico, de espada y brujería, o fantasía épica. Con un lanzamiento editorial digno de autores más conocidos, Everest apuesta por esta obra para todo tipo de públicos juveniles y adultos. Se trata de una pentalogía, cuyo primer libro “La caza del Nigromante”, destaca por un ritmo trepidante de acción, intercalada con flashbacks. Hasta la fecha es su obra más destacada.

Antes que nada, felicitarte por tu saga “La horda del diablo”, que no hace más que cosechar buenas críticas, además por la cual el administrador de blog (y entrevistador) leyó por primera vez tu nombre.


Empecemos por lo más trivial, ¿quién es Antonio Martín Morales?

No sé si lo preguntas de forma irónica, pero desde luego no es trivial esa pregunta. Antonio Martín Morales es un enigma con el que llevo conviviendo 35 años. Es un contador de historias, irónico, canalla, vendedor de humo, falsificador de almas, un tipo peligroso, de pensamientos seductores. Es una persona que deseaba desde siempre ser algo más que una simple y redundante persona.

¿Por qué escribes?

Hay muchas razones enlazadas. Escribo profesionalmente porque deseo ser escritor y me encantaría ganarme la vida con esto y, deseo ser escritor porque me gusta contar historias y, me gusta contar historias porque descubrí hace años que contar historias usando la forma escrita, podía trasladar mi experiencia vital hacia la experiencia imaginativa; un lugar fabuloso y moldeable en el que inmiscuirme con poderes absolutos. También escribo por la búsqueda del sentido de la vida, supongo que mucho por vanidad, pero otro tanto por la buena intención de iluminar y trascender. Escribo por el placer estético en sí, por la belleza y la emoción, por la épica como resultado de ser precisamente yo, un personaje más, un hombre que recorre un camino de ascensión y aprendizaje hasta la consecución de una meta que pudiera o no realizarse como escritor que escribe para el deleite de los demás y el suyo propio.

¿Eres más de papel o teclear delante de la pantalla del ordenador?

Tecleo en mi portátil. Podría escribir a mano, de hecho creo que tiene su encanto y que el ritmo y la reflexión tienen una cadencia menos calculada, más espontánea. Pero mi voz está acostumbrada a las teclas y a sus acelerones y estacadas, al sonido de los tamborcillos y el silencio del borrador. Todavía tengo que modernizarme más, no creas que por ser joven voy a la última. La Horda del Diablo ha sido totalmente escrita en Word.

¿Cuáles son los libros que más te han marcado en tu vida?

Es un continuo, no puedo más que hablarte de lo que ha sucedido hasta el día de hoy, me queda tanto por leer… De niño era muy mal lector y, curiosamente, eso me ha permitido leer de adulto algunos clásicos que normalmente ya llevan de serie otras personas a ciertas edades irreflexivas. La diferencia es que yo ahora leo de forma mucho más concienzuda que cuando tenía esa edad. Aprecio mucho más esos textos. Si hablamos de marcar mi vida y por no dar muchos títulos te diría: “La Historia Interminable”, “El Retrato de Dorian Grey” y “El Peregrino de las Estrellas”. Ende, Wilde y London respectivamente. Pero hay muchos más, cada día ese listado que todos vamos cultivando varía y se mueven los puestos y la importancia.

¿Y qué autores?

Supongo que esta pregunta es consecuencia de la anterior. Me maravilla por ejemplo la tremenda lucidez de Jack London, pero no lo destacaría en mi lista si no hubiese escrito “El Peregrino de las Estrellas”, pese a que no sea precisamente su mejor obra. Para mí sí que lo es. Admiro la entrega de Tolkien hacia su mundo personal, pero me parece que se le idolatra en demasía. Si hablamos de literatura hay nombres y obras gigantescas, no podría dar una lista sin estar cometiendo tremendas faltas, socavones más achacables a mi falta de cultura que a la justicia literaria. Cervantes, Shekespeare, Flaubert, nos miran desde algún lugar y puede que se estén partiendo de risa.

Como escritor, tienes un currículum que tantea otros géneros a parte de la fantástica. ¿Te sientes en alguno más a gusto? ¿Cuál es tu preferido?

A día de hoy creo que soy muy versátil. Se me da particularmente bien la novela de género. Adoptar un canon y hacerlo a mi manera, me gusta. La Fantasía Épica o la Espada y Brujería ahora mismo me son muy familiares y estoy muy acostumbrado a su lenguaje. La ciencia ficción es un género en el que me siento bastante cómodo también, además me fascina poder lanzar interrogantes sobre temas capitales como la existencia y la naturaleza humana y, desde luego en la Ciencia Ficción se pueden plantear los enigmas con naturalidad. Supongo que el terror siempre se cuela en mis obras así que como ves, no creo posible definir un género como preferido. De hecho algún día me encantaría triunfar con una novela de narrativa contemporánea, no de género, que trastoca todo lo dicho anteriormente.  


¿Alguno de los géneros en los que te has desenvuelto te ha parecido más difícil que otros?

La dificultad es relativa. Cada género necesita de ciertas herramientas. Si te inmiscuyes en un género debes tener claras esas bases que harán de tu libro algo sólido para el lector. La dificultad reside en elegir bien esas herramientas y respetar mucho lo que estás haciendo. No podría elegir un género como el más complicado. Si tienes una historia buena que contar, sea del género que sea, tienes que ser capaz de contarla bien. Si no dispones de las herramientas adecuadas te costará muchísimo trabajo y pensarás que ese género es especialmente difícil. Pero es una ilusión falsa, una percepción que tienes por tus propias carencias.

¿En qué momentos sueles tener la creatividad azotando tu serenidad? ¿Crees que se puede trabajar para domarla y hacerla salir cuando tú quieres?

He aquí una de esas preguntas que escuecen. Escribo novelas en las condiciones más absolutamente paupérrimas que podáis imaginar. Me refiero a que compagino esta profesión compleja con una vida personal y laboral que está muy alejada de los libros. La única forma de hacerlo es ser muy metódico y riguroso. Escribo todos los días, de tres horas a diez minutos si no puedo dedicar más tiempo. No me puedo permitir el lujo de depender de inspiración o estados mentales propicios. Creo que la construcción de la saga La horda del Diablo me ha llevado a ser un autor bastante eficaz. Me siento y dedico unos minutos a trasladarme a Vestigia, cuando llego allí, respiro hondo y comienzo.

¿Algún ritual para escribir?

Ninguno, puedo escribir en las circunstancias más inverosímiles. Lo puedo hacer tirado en la cama, sentado en mi despacho, en un hotel, en una oficina o ladrándole ideas a mi teléfono móvil. Me he tenido que adaptar a una vida que no se adapta a mí. 

A veces propongo este reto en mis entrevistas, hoy te ha tocado a ti: hazme una pequeña descripción de un personaje basado en ti si aparecieras en uno de tus libros o un microrrelato de apenas unas líneas.

El autor: Se desplaza con media alma sujeta a su mirada, se sienta y te habla. Parece que es, piensas que está, sus ojos te sonríen, aunque un vacío acuda a llenar sus espacios. Camina más ligero, la vida no le golpea del todo, no sufre ni se apasiona como los demás, él ama y respira, eso sí, amar es algo que lo empuja, lo lleva de un borde al otro de la piscina mientras trata de no hundirse en el camino. En vilo se queda, a medias vive, el autor, el que se derrama sobre las páginas.

¿Podrías hablarnos un poco sobre los libros publicados que no pertenecen a “La horda del diablo”?

Bueno todo empezó leyendo libros de terror. Escribí con pocos años una novela muy bestia llamada “La Mirada de Judas”, de escaso interés literario pero que me sirvió de escuela. Después publiqué “Torrevela” una novelita exquisita publicada en Ediciones Irreverentes, en la que me adentraba en un intento mucho más serio de ser escritor. Mis amigos solían abandonar su lectura antes del final porque era “demasiado literaria”.
Cuando realmente me sentí escritor fue con “El mar de los sueños” (Editorial Pearson) más que nada porque no tuve que desembolsar ni un euro, al contrario, me pagaron y fue aceptada después de una evaluación concienzuda por parte de un comité de lectura. Ese día me sentí escritor de verdad. Había pasado la prueba. Por otra parte es una novela escrita sin prisas y eso en el argumento se nota, pude realizar una trama muy sólida con muchísimas vertientes y sorpresas, comenzaba a vislumbrar un método de escritura para hacer de un argumento una espiral de sucesos que atrapasen al lector.


Centrándonos en la saga fantástica, ¿cómo nació?

Yo quería escribir un relato fantástico. El plan era hacer un cuento policiaco pero en un marco fantástico. Esa era la idea antes de teclear una sola palabra. Cuando comencé a escribir y posicioné a Remo hijo de Reco en aquella taberna junto a otros tres asesinos, una noche tormentosa… empecé a hacerme preguntas. ¿Quién era ese Remo? ¿De dónde venía y por qué tenía esa mirada maldita de ojos verdes amenazadores? De ahí surgió La caza del Nigromante, aunque dicho así suene un poco improvisado. Lo cierto es que siempre hubo un punto de precipitación en el origen de La Horda del Diablo, ese punto le dio al texto algo especial, algo que podría considerarse un defecto incluso, pero que a mi novela la hizo funcionar: un ritmo endiablado. En los siguientes libros aprendí a domar mejor esa circunstancia, esa fuerza. La clave para que pudiese escribir la saga también reside en que el mundo fantástico donde se desarrolla llevaba en mi cabeza muchos años. Era un mundo que ideé cuando tenía catorce o quince años y me divertía imaginar un mundo propio para jugar a rol, o simplemente planeando escribir algún día una colección de libros. Un propósito que abandoné después para centrarme en escribir novelas sueltas. Pero siempre quedó ese lugar dentro de mí, era un rincón al que yo podía acudir siempre que quisiera evadirme de este. Lo que quiero decir es que uno no improvisa todo un mundo y su lógica interna de la noche a la mañana… lo tienes que llevar dentro.

¿Cómo han sido los procesos de creación de los primeros cuatro títulos?

Después de todo lo que te he contado en la pregunta anterior… te digo que no ha sido un camino de rosas. Después del segundo libro la cosa se complicó muchísimo. He sufrido horrores y he puesto mi mente al borde de múltiples desfiladeros. La tercera y la cuarta novela supusieron un esfuerzo titánico, teniendo en cuenta las fechas de publicación que teníamos programadas. Jamás pensé que la cosa se complicaría tanto. En parte fue culpa de mi optimismo. Cuando hablé con la editorial mi plan para desarrollar las novelas estaba muy claro en mi cabeza y tenía la confianza de que podía cumplirlo, que todo encajaría como siempre. Pero claro, jamás me había enfrentado a un reto de cinco libros y al llegar al tercero mis argumentos y los esquemas que tenía comenzaron a no tener sentido, a carecer de verosimilitud y base sólida. Tuve que olvidarme de esos esquemas bajar al barro y pelear por sacar adelante nuevas ideas, mejores, más realistas, más creíbles. La dificultad siempre ha ido acompañada de mi propia exigencia. No deseaba entregar un libro más de la saga, en cada título deseaba entregar el mejor libro de la saga.

¿Está siendo difícil el último libro?

Sí. Lo es por todo lo que he contado. Pero también este último libro posee una cadencia natural que se tiene ya adquirida de todo lo que le precede. Eso ayuda mucho, no te sientes perdido, vienes de todo un mar de páginas. Repasas lo escrito anteriormente y puedes averiguar caminos y guías. Desde luego si este libro es difícil se trata precisamente por lo que he referido antes, intento que sea el mejor de la saga.


¿Difieren mucho las versiones finales de las primeras ideas?

Sí difieren. En mi caso cuando planifiqué la colección sobre un esquema una idea lanzada al papel se soporta porque te imaginas que descubrirás más tarde la forma de contarla. El problema es cuando estás contando muchas otras cosas que la contradicen o la hacen inverosímil. En ese momento te planteas que, o te olvidas del esquema inicial, o sencillamente tu historia se va a caer a un vacío del que sería milagroso recuperar algo sólido.

¿Cuál ha sido la parte que más cuesta arriba se te ha hecho a la hora de escribir los libros?

Indudablemente lo más duro para un autor español que escribe fantasía como lo hago yo, no es precisamente el hecho de escribir. No podría hablar de cuestas arriba cuando andas realizando un sueño. Te esfuerzas porque deseas hacerlo lo mejor posible, pero no es ningún suplicio, es un privilegio tremendo escribir y ser leído. Cuando tuve la firme convicción de que Everest me publicaría los cinco libros… trata de imaginarlo. Tenía trabajo para tres o cuatro años. Un escritor sueña con algo así. Lo llevas deseando toda la vida. Lo duro es lo que sucede fuera. Ver cómo tu obra puede o no llegar al lector, ahí si que tienes que tener paciencia y confiar mucho en los profesionales, en una editorial como Everest, en mis queridos libreros.


¿Algún personaje favorito o que le tengas más cariño que al resto?

Es una pregunta complicada. Es evidente que Remo es mi motor, pero los demás protagonistas, los demás personajes componen a veces emociones incluso más ricas y diversas que las que consigue transmitir Remo. Sí que tengo que decir que algunos secundarios quizá merecieron más espacio y no tuvieron oportunidad de crecer más. Por esa sensación, el capitán Arkane está más o menos presente en todos los libros, por poner un ejemplo. 

¿En qué te basas para la creación de tus personajes?

Es complicado. Intento dar vida de veras al tipo, lo guío por varias escenas y creo conocerlo. Entonces me preocupo en conocerlo, en saber de dónde viene y cuáles fueron sus circunstancias que definen si desea carne o pescado, si tiene modales o es un cínico. Pero realmente cuando estoy satisfecho es cuando yo mismo siento estupor o inquietud ante la reacción que mi personaje pueda tener ante una situación concreta. En ese momento parece que se ha desligado de mí, que ya existe cierto en algún lugar.
Dicho todo lo anterior, el primer boceto de personaje creo que es una aglomeración de clichés que se unen en mi cabeza. Sí, como una fundición de caracteres que destila un personaje. Después sucede todo lo narrado en el primer párrafo.


Hay quien dice que Antonio Martín Morales se aventuró a la conquista de los editores de Everest,¿podrías contarnos la historia desde que terminaste el primer libro hasta que aceptaron publicarlo?

Bueno hay mucho de verdad en todo eso. Yo tenía lo que considero fundamental: El sí. Aceptaron publicar La caza del Nigromante y yo tomé una decisión bastante comprensible cuando se tiene hambre por hacer cosas, ambición y ganas de trabajar. Les hice una proposición. Para que esto fuese de verdad certero decidí que esa proposición debía ser bien explicada o podría ser fácilmente rechazada. Así que lo primero que hice fue citarme con las editoras en León, la sede de la editorial. Me desplacé allí, y les hice una presentación de qué era lo que por entonces tenía el horrible nombre de : “Las aventuras de Remo”. Les gustó, les hablé de los cinco libros, les hablé de vestigia, de sus tierras bastas y algunas criaturas que la habitaban, de sus gentes y de sus conflictos. Desde luego debí acertar porque todos en aquella reunión creo que tuvimos la sensación de que estábamos proyectando algo que podía ser muy grande.


¿Qué sentiste al verlo por fin publicado y en formato físico en tus manos?

Bueno un inmenso orgullo. Además recuerdo que hablé con mi editora y ella también estaba emocionada. Tener en tus manos un libro de La Horda del Diablo es en sí mismo un placer estético, son muy bonitos, su edición es absolutamente exquisita. Sentí que era mi momento, que me iba a dejar la piel escribiendo.


¿Alguna recomendación a los que empiezan a escribir y más en concreto a los que pretenden aventurarse con la fantasía?

La recomendación es que intenten educar el gusto, que traten de analizar sus textos con mucho cuidado. Ser muy autocrítico y tener claro que cuanto más te exijas a ti mismo mejores resultados obtendrás. Dicho esto, que sigan su instinto, su intuición y practiquen la paciencia.


Alejándonos de “La horda del diablo”, ¿algún proyecto en mente?

Sí que tengo algunas cosas… pero no puedo en este momento concretar nada. Mi día a día está totalmente entregado en este momento a terminar “El Oráculo de Estépal” último libro de La Horda del Diablo.

Por suerte, parece que el género fantástico va despuntando y ya no es tan poco valorado como antes. ¿Crees que hay una buena cantera de escritores con apellido no anglosajón? ¿Cómo ves el panorama en España? ¿Se están haciendo bien las cosas?

Como bien has dicho es una suerte sí, que por fin editores como Random, decidan apostar por autores españoles para lanzar una colección como Fantascy… Eso antes no sucedía. El lector, el público en general español, quizá influenciado por el cine, descree mucho de la capacidad que tienen los autores españoles para realizar obras fantásticas, precisamente porque no hubo una tradición sólida en estos géneros. No se los prestigió como es debido. Tradicionalmente se condenó a esos géneros como faltos de racionalidad y de ser poco útiles al lector. La utilidad vende muchos libros en España. No se están haciendo bien las cosas, pero al menos se están haciendo cosas. Nos falta darle más importancia como género, aclarar la distancia entre lo juvenil y lo fantástico, o eliminar esa barrera, nos falta disponer de algún galardón de prestigio internacional, en definitiva, faltan cosas por hacer en el género fantástico, pero desde luego estamos muchísimo mejor que hace tan solo diez años.


Existen muchas críticas hacia tus obras, con una tendencia positiva que esperemos que te hagan esbozar una sonrisa y sentir orgullo por tus criaturas. ¿Alguna de esas críticas que guardes cariño?

Han sido muchas, pero especialmente me gustan las de los blogueros, porque en prensa y otros medios, no suelen leer los libros con la atención y el gusto que los leen los blogueros que además son aficionados a este tipo de literatura. De entre los blogueros, podría citar a muchos, desde luego el gran Pedro Llamedo, tu compañero de blog, realizó algunas reseñas estupendas de mis libros, La pluma del Angel caído que incluso lo premió, mi querida Vir, mi querida Iria, en fin, espero no se molesten los que no he citado. De hecho la idea de colocar comentarios de blogueros en la contraportada de los libros me parece acertadísima porque creo que se lo merecen.

Y sobre las presentaciones, ¿cuál ha sido la más emocionante para ti?

Quizá la última junto a Susana Escudero, una periodista que se leyó los libros y se involucró muchísimo para realizar una presentación que podríamos definir como mágica. 


¿Alguna anécdota peculiar vivida en ellas?

Bueno en la vorágine de dedicar libros después de la presentación, como improviso todas las dedicatorias a veces he metido alguna pata. Por ejemplo una amiga llamada Sonia a la que le dediqué el libro para “Noelia”, en fin… lo más emocionante de esos eventos es ver a camaradas que vienen a estar conmigo y amigos e incondicionales, mis amigos de la infancia se mezclan con amigos lectores. Eso es impagable.

¿Cuál es la pregunta más rara que te han hecho?

No recuerdo una pregunta que no mereciese respuesta, quizá lo más extraño es la fijación por preguntar sobre cómo compagino mi vida ordinaria con lo extraordinario de ser escritor.

¿Qué pregunta nunca te han hecho y te habría gustado?

Jamás un entrevistador ha ahondado en mis novelas, en el estilo de las mismas. Las preguntas suelen ser más conceptuales, más sobre lo que cuenta el libro y menos sobre cómo lo cuenta. Me habría gustado que alguien me citase un párrafo de mi libro y después me dijese por qué has usado tal adjetivo ahí o esa construcción gramatical…

¿Cómo ves el panorama literario actual?

Un poco enrarecido entre los que miran el futuro como al apocalipsis y los que prácticamente creen estar viviéndolo. Hay una especie de sensación de que si no te apuntas a lo digital no estás en la onda de lo que conseguirá salvarte. Relájense señores.

En referente a los blogs, ¿qué opinión tienes sobre ellos? ¿Crees que tienen peso?

Creo que son una herramienta de difusión interesante pero que, como todas las demás tienen sus limitaciones. Las reseñas literarias de los blogs ayudan a situarte entre un gran número de lectores, pero no es el gran público, a ese nivel todavía los blogs no influyen tanto. Lo que más me gusta de ese movimiento es el buen rollo que existe entre los bloggers y los autores que estamos empezando.

Y ya, para dejarte descansar, última pregunta. ¿Añadirías algo a esta entrevista?

Bueno…, creo que es la más extensa que he realizado, pero supongo que siempre quedarían cosas en el tintero por mucho que uno trate de explicarse en una entrevista. Donde mejor me explico es en mis libros.

Muchísimas gracias por tu paciencia y espero que hayas disfrutado respondiendo a esta entrevista como yo buscando las preguntas. Espero que la gente pueda beber de la misma y, para quien no te conozca, haber descubierto un nuevo escritor al que tener en consideración.

El Barbus


9 comentarios:

  1. Estupenda e interesante entrevista. Ha sido un placer conocer a Antonio. Muchos éxitos para ambos!

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    1. Para mí fue todo un descubrimiento. Amable, agradecido, currante y siempre dispuesto.
      Gracias, un besito.

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  2. Buaahh!! Buena buena!!Me ha encantado la entrevista a mi paisano!!! Deseando empezar a leer estos libros!!

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    1. Me alegro de que te haya gustado =)
      Ya has visto las reseñas, me falta una que debería de salir este finde =P Los tres primeros libros de la saga... Buenos, buenos, recomendadísimos =)

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  3. Muy buena entrevista. Destilas mucho interés con las preguntas.

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    1. Muchísimas gracias. La verdad es que le tenía ganas a este autor desde hace tiempo.

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  4. Muy buena entrevista. Destilas mucho interés con las preguntas.

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