viernes, 3 de agosto de 2012

Copia agrandada de un mapa para torpes.

Hace unos años creé el mapa del mundo fantástico en el que voy a desarrollar mi novela. Todo un logro para mí a sabiendas de que el dibujo y yo estamos reñidos.

El resultado me encantó, muchos detalles, las montañas, los ríos, las costas... Pero, como la historia, el mapa fue evolucionando.

Llegó un día en que quería llevar a cabo ciertas modificaciones, pero me daba pena mancillar el original. Hice los cambios pertinentes sin que se notara mucho, pero podéis imaginaros lo sucio que se ha ido poniendo dicho mapa.

Ahora resulta que quería coger una zona del mapa y ampliarla. Pues es donde se desarrollará el primer tomo de mi novela. Me ha venido un problema muy gordo. Sigo siendo manco dibujando/copiando. Entonces, ¿cómo iba a copiar y, encima, ampliar dicha imagen siendo fiel al original? Pues la solución ha llegado esta mañana: acotando, posicionando y creándome una escala para ser fiel a las dimensiones.


Supongo que esto se debe a que estudio una ingeniería, pero no entraré en detalles personales. El caso es que quiero compartir la idea por si a alguien le pudiera servir.

Vamos a entrar en detalles con el proceso.

Primero tenemos que ver en qué posición vamos a colocar la hoja donde vamos a hacer el "traspaso". ¿Horizontal o vertical? En mi caso el original está en vertical y la hoja nueva en horizontal. ¿Por qué? Sencillo, la zona del mapa que voy a "traspasar" es más ancha que larga.

Una vez tenemos esto vamos con las escalas. Esto es bien sencillo.

El paso previo es medir el ancho y alto de tu hoja. En mi caso 29,7 cm de ancho y 21 de alto. Ahora ves al mapa y encuadra la parte a traspasar y mides su ancho y largo. En mi caso ha sido fácil, de ancho medía 8 cm el trozo de tierra, así que le he dado 1cm por cada lado de más y de alto medía 6 cm clavados, así que le he puesto 7 cm de alto y 10 cm de ancho. Solución si no tienes nada de referencia: coge papel de cebolla o de calcar, haces el recuadro y lo pones encima de la imagen.

Una vez tenemos todas estas dimensiones viene la hora del paso de medidas, esto es, la aplicación de la escala. Cogemos la medida que queremos pasar del mapa original. Si es un ancho, esa medida la multiplicamos por el ancho de la nueva hoja, en la que vas a hacer el traspaso. Luego, divides por el ancho del recuadro que hemos creado y te dará la medida que toca ampliada. Es una regla de tres: Si en el original son 1 cm para un ancho de 10cm, entonces serán X para 28.9, por ejemplo.

Ahora es cuestión de ir pasando anchos y largos para posicionar elementos de referencia. Cuantos más mejor, porque tendrás que unir esas posiciones con la forma original del mapa. Por lo tanto, cuantos más puntos tengas posicionados más difícil equivocarse.

Lo último es ya la copia de los pequeños elementos entre puntos y ya tendríamos el mapa.

Ahora bien, si este proceso os parece demasiado costoso, hay uno mucho más rápido.

El segundo proceso consiste en coger tu mapa original, escanearlo, seleccionar la zona querida y agrandarla con un programa de edición de imagen. Luego lo imprimes y ya tienes la hoja a calcar.




2 comentarios:

  1. ¡Menudo trabajo! :D Es verdad que el segundo método es un poco más rápido, pero... ¿qué mérito tiene si no hay esfuerzo (aunque probablemente, si me pillara con el día "vago", probaría antes con la segunda opción, jojojo)?
    ¡Saludos! :D

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  2. Añado una última cosa:
    Para los románticos que lo harían todo con lápiz: utilizad el H para los trazos finos y las líneas de ayuda y luego ya un HB (los normales) para remarcar la silueta final. Así luego será más fácil de borrar las líneas auxiliares.

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